Dernières vidéos

SPH con paja hace correrse al marido en menos de 60 segundos

Humillación con el anillo de boda

Esposa con los ojos vendados: primero el black, luego el marido cornudo

Esposa masturba a su marido pensando en amantes mejor dotados

Cornudo graba a su novia en un mini gangbang con dos negros

Black Bull hardcore con esposa puta grabado por su marido

Chinita con su Black Bull delante de su marido blanco

Pareja cuckold joven disfruta de un gangbang mientras él mira
🗣️ No fue de un día para otro. Tampoco fue algo que planeamos fríamente. Como muchas parejas, empezamos jugando con la idea, hablando durante el sexo, imaginando. Pero un día se volvió real. Y no hemos mirado atrás desde entonces.
💬 Todo empezó como una fantasía hablada
Al principio era solo eso: palabras. En medio del deseo, yo le decía que me encantaría verla con otro. Ella se reía, me decía que estaba loco. Pero también notaba que se excitaba. Me lo decía después, entre risas: “Cuando me lo dices, me mojo entera”.
Nos dimos cuenta de que no era solo mi fantasía, sino algo que también la provocaba a ella. Esa complicidad lo cambió todo. De repente, ya no era solo un juego mío. Era nuestro.
🔥 El primer paso: una foto, un chat, una mirada
No fue directamente con un hombre. El primer paso fue una foto más atrevida de lo habitual que ella me dejó subir a un foro erótico. Los comentarios la halagaban. “Qué cuerpo tan sexy”, “¿La compartes?”. Ella se sonrojaba… pero también se sentía deseada como nunca.
Luego vino un chat con un desconocido. Solo palabras. Después, una videollamada. Finalmente, quedamos.
👀 Verla con otro: celos, nervios y excitación brutal
La primera vez que la vi con otro hombre, pensé que iba a explotar. Estaba nervioso, celoso, excitado, confundido. Y al mismo tiempo, feliz. La vi disfrutar. La escuché gemir de verdad. No era una actuación. No era para mí. Era real.
¿Duele? A veces. ¿Excita? Siempre. Hay una delgada línea entre el morbo y el abismo. Pero lo cruzamos juntos.
💑 Después de todo, estamos más unidos
Parece una locura, pero desde que vivimos esto, nos comunicamos mejor. Hablamos de todo. Nos reímos más. El sexo entre nosotros es más intenso. Ella me dice que nunca se ha sentido tan deseada. Yo, que nunca me he sentido tan vivo.
El secreto está en la confianza. En no forzar nada. En respetar los tiempos del otro. Y en entender que el deseo no tiene por qué ser exclusivo para ser auténtico.
📝 Nota: Este testimonio ha sido adaptado para preservar el anonimato y forma parte de una serie sobre experiencias reales de parejas candaulistas.
👉 Habla en el foro